En el año 1969, Renaud Poirier, el más prestigioso enólogo de la champagne francesa, daba su pequeño gran salto, y ponía en juego su imagen y su trayectoria al crear un vino distinto, atrevido e irreverente, que desafiaba todos los cánones del momento. Liviano, de color ligero, fácil de tomar y con una etiqueta roja, Valmont fue un gesto de absoluta rebeldía en una época de rebeldes, y marcó un cambio cualitativo en la industria vitivinícola al crear un nuevo estándar, que se mantiene vivo hasta el día de hoy. Hoy, casi 50 años después, la autenticidad de Valmont vive y respira en cada botella, siempre igual, siempre mejor.